Las ventajas y/o beneficios de la externalización para tu empresa son múltiples, pero nos centramos en los cuatro puntos principales:

1. Reduce tus costes empresariales. El outsourcing permite reducir el número de empleados propios y de estructura (RRHH, Selección y Formación, PRL…etc). Por lo tanto y en primer lugar, externalizar actividades supone ahorrar costes de personal. A esto se unen menores costes en maquinaria (mantenimiento, conservación, renovación de equipos…) de espacio de trabajo, etc.
2. Centrarte en tu “core business”. Externalizar las tareas o departamentos que son auxiliares de un negocio, es decir, te permite focalizar tu empresa y recursos a las tareas pertenecientes a la actividad principal de tu empresa
3. Mayor flexibilidad. Unido al punto anterior, el outsourcing permite a la empresa reaccionar con más flexibilidad para adaptarse a las necesidades del mercado, centrándose exclusivamente en las tareas importantes sin necesidad de disponer de tantas infraestructuras o recursos.
4. Mejora tu calidad de servicio. Ninguna empresa puede llevar a cabo todos los procesos con la misma calidad. Por eso, si la empresa se concentra en aquello que saber hacer mejor, puede focalizar y centrar en ello su atención y sus recursos y externalizar a un partner lo que no es su punto fuerte. Ese partner, que sí es especialista en la materia, probablemente haga esas funciones mejor que su empresa, lo que se traduce en una mejora de la calidad.